Para el momento que recibí mi título de abogado, se podían contar con los dedos de las manos las universidades que impartían ésta carrera, la mayoría estaba en Caracas, en la actualidad, no solo se imparte a lo largo y ancho del país, sino que, los centros de postgrado son el brazo derecho de toda universidad. Cuanto me gustaría decir, que por cuanto hay más abogados hay más justicia en mi país, pero por ahora no es así.
Los sueños de justicia de estudiantes y de los recién graduados en muchos casos se convierten en madrugonazos y trasnochos de vida cuando el profesional del derecho sale a patear la calle y a dejar la suela de sus zapatos en órganos administrativos y tribunales, donde por mas que se hayan producido cambios procesales, todavía los procedimientos son lentos y pueden ser influenciados por otros poderes públicos o por la corrupción de algunos funcionarios.